martes, 8 de octubre de 2013

La magia de la venta

A lo largo de mi trayectoria profesional he conocido maravillosos vendedores. Comerciales y vendedores de todas las edades. Hombres y mujeres. Todos ellos excepcionales no por los resultados que alcanzaban en sus ventas, excepcionales porque todos ellos intentaban buscar su propia fórmula de éxito en al área comercial. Luchaban por conseguir sus objetivos siendo ellos mismos.

Todos hemos tenido nuestros maestros. Todos nosotros hemos tenido como referente alguien de la profesión que nos ha ayudado en nuestros inicios y que nos ha servido como ejemplo.

El problema en ventas es cuando un comercial intenta plagiar e intenta copiar los pasos seguidos por un compañero que ha conseguido alcanzar el éxito o sigue un método definido por la empresa. Y claro está, intentar copiar las técnica y los métodos nunca nos asegurarán que alcancemos los mismos resultados...


En una conversación con un amigo que comparte mi profesión, le comentaba mi pasado como comercial de venta agresiva, venta directa en primera visita. En este tipo de venta se sigue un método más que probado, que estadísticamente suele asegurar resultados. Mis ventas eran buenas, pero nunca llegaron a ser excepcionales.
No podía llegar a ser excepcional en mi trabajo, porque faltaba algo básico para que yo fuese superior a la media: Ser YO.

En aquella etapa no era yo quien vendía. Utilizaba una "plantilla de venta" que no me permitía utilizar mis propias técnicas.

¿De qué sirve obtener unos resultados si no estamos contentos con el trabajo que desempeñamos?

¿A cualquier comercial le sirve el vender por vender? A mí no. Necesito creer en lo que hago y estar feliz con mi trabajo.

En el ámbito profesional necesito sentirme plena, ser yo. Sentir que un cliente me compra por mi producto / servicio. Saber que he sido capaz de alcanzar mis objetivos por mis propias actitudes y aptitudes como profesional.

Se nota cuando un vendedor no vive su trabajo. Se percibe cuando un comercial sólo quiere vender por vender. Se olvida al cliente. Sólo interesa la facturación.

Este tipo de profesional de la venta está desprestigiando nuestra profesión. Están consiguiendo que en un trabajo digno como el que más, no importe el perfil de persona que ocupe el puesto, porque sólo importa el método que se imponga en la venta.

Como profesionales debemos buscar nuestras propias fórmulas. Aprender la profesión y conseguir que la venta sea un éxito.

No intentemos plagiar métodos ni fórmulas mágicas, porque cada vendedor debe ser único.

Esa es la magia de venta. Esa es la verdadera virtud de un vendedor. Ser feliz realizando su trabajo, siendo él mismo, y conseguir con todo ello alcanzar sus objetivos.

1 comentario:

  1. Muy bueno Eva: si somos únicos e inimitables ¿porqué ser imitador@s?

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