Todos en alguna ocasión nos hemos visto invadidos por el estrés, que habitualmente se genera cuando las exigencias que nos piden creemos que superan nuestra capacidad para poder superarlas.
En el ámbito laboral es donde más situaciones de estrés vivimos, cuando nos encontramos ante situaciones difícilmente controlables o realizables.
Al igual que en el ámbito laboral, en el deportivo también se viven multitud de situaciones de estrés, que los deportistas deben saber controlar y se entrenan para ello.
¿Por qué no aprender de los deportistas esa situación de control mental y aplicarlo en nuestro ámbito de profesional?
Imaginaros el partido de cuartos de final de la Eurocopa 2006, entre Portugal e Inglaterra. En 90 minutos trepidantes de juego, se llega con un 2 – 2 al final del partido. Tras la prórroga, sin encontrar la portería contraria, llega la tanda de penaltis. Unos tiros directos a puerta decidirán el pase a la siguiente ronda. Tras tirar los jugadores de ambas selecciones, llega el penalti final y decisivo de David Beckham. Con este penalti su equipo se juega la clasificación. No me puede poner en su “pellejo”, pero estoy segura que la presión era límite: En un solo instante se lo jugaba todo. La presión y el temor a fallar provocaron que el disparo se fuese por encima del larguero y su equipo no alcanzase la victoria. Le pudo la presión al fracaso.
Otro caso similar, pero con final feliz para los españoles, fue la seminal de España-Portugal en la Eurocopa 2012. En este caso, Cesc Fábregas tomó la responsabilidad de lanzar el quinto penalti ante Portugal. Le habían encargado el segundo lanzamiento pero él quería la máxima responsabilidad. Y no falló. Fue capaz de superar las exigencias que tenía a su cargo y metió el gol que dio la victoria y pase a la final a España. Superó la presión y el estrés al que estaba sometido en eso momento. Quería llegar a la final. Era su objetivo. Y controló la presión.
Os recomiendo el libro de Samer Soufi, “Éxito Competitivo”, donde explica perfectamente el control e estas situaciones de estrés en el ámbito deportivo y que cómo aplicar estas enseñanzas al mundo empresarial.
Todos a diario nos encontramos en situaciones de este tipo, y os aseguro que en el área comercial lo vivimos día a día, la presión de los resultados.
Para controlar estas situaciones tenemos que fijarnos objetivos motivadores, que nos ayuden a la consecución de nuestras metas. Sin motivación es difícil que uno mismo pueda controlarse en situaciones difíciles.
Cada uno de nosotros, debe fijarse sus propios objetivos. Cada uno de nosotros somos diferentes.
¿Por qué si no un consultor/comercial le interesaría trabajar en el área de ventas?
¿Cada vendedor debe tener sus propios objetivos, al margen de los resultados que la empresa espera de él?
En mi larga trayectoria en el área de ventas he conocido multitud de comerciales, cada uno de ellos motivados por un objetivo final diferente: reconocimiento, promociones, logro personal, incentivos económicos… y sólo han triunfado aquellos que se han centrado en sus objetivos, en las metas personales o económicas que deseaba alcanzar. Los que no tenían sus propios objetivos, jamás superaron las situaciones de estrés y nunca triunfaron.
Fíjate un objetivo personal, que sea tan poderoso, que no permita que ninguna situación de estrés pueda contigo. Pon toda tu atención y planifica perfectamente todos tus pasos para su consecución. Todo esto te permitirá sacar fuerzas y energías en los momentos críticos que en ocasiones te encontrarás. Pero verás cómo puedes conseguirlo!!
Yo tengo los míos, y funciona, pero esta parte no la descubriré en mi blog….
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