miércoles, 5 de junio de 2013

Las lecciones de los hijos: ¿Quieres ser mi amigo?

Dicen que todos los días se debe aprender algo nuevo. Hoy mi maestra ha sido mi hija mayor…

Parece mentira lo difícil que hacemos los adultos las cosas, cuando desde la visión de un niño todo es más sencillo, más transparente, sin mayor complicación.

Mis hijas jugaban juntas, pero la mayor ha decidido que necesita buscar un amigo de su edad, porque estaba cansada de aguantar a la enana de su hermana. Así que ha mirado a su alrededor, ha buscado una niña de edad similar a la suya, que jugaba a un juego parecido, se ha acercado a ella y simplemente le ha preguntado: Hola, ¿Quieres ser mi amiga?

¡¡¡Toma esa!!! Ha conseguido una amiga con una sola pregunta, sencilla y directa. Sin rodeos. Mi hija sólo quería una amiga y con una pregunta ha conseguido su objetivo. Han jugado toda la tarde juntas y posiblemente seguirán jugando los días que se vuelvan a ver.

Muchas veces nos complicamos enormemente dando mil vueltas a las cosas, haciendo suposiciones o valoraciones innecesarias.

¿Por qué no hacemos como un niño y nos limitamos a preguntar?

¿Por qué no aplicar esta técnica en mi trabajo?




No quiero pensar la cantidad de tiempo que perdemos en el área comercial dando vueltas a los clientes potenciales: llamadas, visitas, rellamadas, mail, más mail, propuestas….

Cuando comenzamos en esta profesión tendemos a pensar que presentar una propuesta significa que el cliente ya está ganado y que por ser pesado el cliente va a terminar comprando. No tenemos en cuenta que muchas personas no son capaces de dar un NO, muchos personas no contestan al teléfono para evitar decirnos que nuestro producto o servicio no les interesa, son capaces de darnos largas antes una propuesta sabiendo que nunca nos comprarán….

Señor cliente, un comercial tiene que vender, no puede perder el tiempo visitándole cincuenta veces, no nos gusta hacer cien llamadas para poder hablar con usted. Nuestro tiempo también vale oro, porque nos piden vender. No nos piden molestar. No podemos perder el tiempo.

¿Le interesa lo que vendo? ¿Estaría dispuesto a comprar? Entonces dedico mi tiempo a su proyecto. ¿Qué no encaja? Sólo tiene que decírmelo y con la cabeza bien alta seguiré buscando otro cliente en otro lugar.

¿Por qué no aplicar la sencilla técnica de los niños?:

- ¿Te interesa ser mi cliente? Pues seguimos hablando
- ¿No te interesa ser mi cliente? Gracias por atenderme. Ha sido un placer conocerte.

Los comerciales no nos enfadarnos ante una negativa. Estamos dotados de una herramienta muy valiosa: La inteligencia emocional. Sabemos dominar nuestras emociones e intentamos no hundirnos. Preferimos un NO, antes que dar mil vueltas alrededor tuyo para intentar que compres. Porque todas las ilusiones que nos puede dar el cliente potencial sí que pueden conseguir hundirnos en caso de rechazo final.

Hoy justamente he mencionado un post de @adriantroncosor, sobre la falta de seriedad de algunos clientes (El caso del pasteleo). Otro de los grandes males del área comercial, y que tantos quebraderos de cabeza nos da… Clientes que nos hacen creer que nuestro producto o servicio les interesa y nos utilizan en su beneficio, cuando saben que nunca llegarán a comprarnos finalmente.

Tengamos cuidado ante este tipo de perfiles, creo que identificables, que únicamente son ladrones de nuestro tiempo, son bloqueadores de nuestras ilusiones y nos alejan de nuestros objetivos.

La próxima vez que nos encontremos ante clientes similares, es tan sencillo preguntarles como un niño: ¿Quieres ser mi cliente? ¿¿¿SI??? Entonces a ti te dedico mi experiencia, porque ante todo soy un profesional.

9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias como siempre Javier!!

      Me alegra que te guste.

      Un fuerte abrazo amigo.

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  2. Yo me pongo en los zapatos del cliente y no es fácil decir un no tan rotundo a una persona que él sabe que se está ganando la vida.
    Muchos sí que lo hacen y no se cortan un pelo, pero los hay que buscan mil excusas y creo que está en nuestra habilidad darnos cuenta de que no están interesados en nuestra propuesta.
    Como bien dices, es parte de nuestro trabajo el saber un aceptar un no.
    Un beso
    @santiperdomoand

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    1. Gracias como siempre Santi por tu comentario!!
      Claro que no es fácil dar un NO, pero tu y yo sabemos la perdida de tiempo que supone un cliente que nos hace dar mil vueltas para no comprar...y eso redunda en nuestra productividad Y rentabilidad...

      Los vendedores tenemos que ser capaces de detectar los clientes por los que realmente vale la pena pelear e invertir nuestro tiempo y energías.
      Un fuerte abrazo!!

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  3. A mí me encanta la comunicación directa, breve, educada y clara. Todo sería mucho más fácil si expresáramos con claridad lo que queremos y lo que NO queremos. Qué fácil y que poco habitual !!!

    Me gusta mucho lo que dices.

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    1. Muchas gracias Paz!! Me alegra que te guste!!

      Tendemos a complicarnos y en muchas ocasiones provocado por el fatal miedo escénico al NO.
      Nada mejor que la comunicación sencilla y directa.
      Gracias por participar en mi espacio.

      Saludos.

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    2. Opino como Paz y como tú,la comunicación debería ser siempre así, sencilla y directa.
      Los niños son siempre una fuente estupenda... muy divertidas tus preguntas al cliente Eva, volveré!

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    3. Gracias por tu aportación Eva!!

      Y encantada que vuelvas a pasarte por mi espacio.

      Un saludo!!

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  4. Hola, te comento que he nominado tu blog para el premio One Lovely Blog Awars para blogs nuevos y con pocos seguidores. En mi blog encontrarás las pautas que debes seguir a continuación:
    http://books-and-libros.blogspot.com.es/2013/06/nominada-para-el-premio-one-lovely-blog.html
    Un beso :D

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